En una trama legal que ha capturado la atención de Colombia y el mundo, un estudiante de derecho de 21 años, Carlos Fernando Gómez Riaño, ha logrado un giro impresionante en el litigio en torno al Galeón San José. A través de una histórica sentencia de la Corte Constitucional, Gómez Riaño logró que se declarara inexequible una ley que excluía las cargas industriales del patrimonio cultural sumergido, abriendo nuevas perspectivas en el caso y protegiendo objetos valiosos del naufragio que antes se encontraban desprotegidos por el Estado colombiano. Estudiante logró que se protegieran el tesoro del Galeón San José
El Galeón San José y su Litigio de Décadas
El Galeón San José, un símbolo del Patrimonio Cultural Sumergido de Colombia, ha estado en el centro de un prolongado litigio con la compañía estadounidense cazatesoros, Sea Search Armada, que busca un pago de US$10.000 millones, argumentando que descubrieron el tesoro antes que el gobierno colombiano. Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado gracias a la valiente iniciativa de un estudiante de derecho de la Universidad Autónoma de Bucaramanga.
La Sentencia que Cambió el Juego
La sentencia C-332 de 2023 de la Corte Constitucional de Colombia declaró inexequible una disposición de la Ley 1675 de 2013, específicamente el numeral 3 del artículo 3, que excluía las cargas industriales del patrimonio cultural sumergido. La demanda presentada por Gómez Riaño argumentaba que esta exclusión violaba el artículo 72 de la Constitución al dejar desprotegido el patrimonio cultural de la nación.
Protección para las Cargas Industriales
Las cargas industriales del Galeón San José, que ahora están bajo la protección del Estado colombiano, incluyen objetos valiosos como botijas, ánforas, cargamentos y otros elementos que normalmente forman parte de un naufragio. Esta protección recién otorgada a estos objetos es un paso significativo en la preservación de la historia y la cultura de Colombia.
El Héroe Inesperado: Carlos Fernando Gómez Riaño
El joven estudiante de derecho, Carlos Fernando Gómez Riaño, atribuye su motivación a su curiosidad y a sus conocimientos adquiridos en las aulas de Derecho. En sus palabras, «Nace de una curiosidad a partir de ciertos conocimientos que adquirí en las aulas de Derecho, revisé algunas dificultades que existían en la Ley que regulaba el patrimonio cultural sumergido, y gracias a eso, estructuré en un periodo de vacaciones la demanda.»
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Un Precedente para la Protección del Patrimonio Cultural Sumergido
Este hito legal no solo tiene implicaciones para el caso del Galeón San José, sino que también establece un precedente importante en la protección del patrimonio cultural sumergido en Colombia y en otros lugares del mundo. La decisión de la Corte Constitucional reconoce la importancia de preservar objetos históricos y culturales que yacen en las profundidades marinas y resalta el papel de los ciudadanos comprometidos en la defensa de la herencia cultural de su país.
Reflexiones sobre un Litigio Histórico
El litigio por el Galeón San José ha sido un asunto de décadas, con giros inesperados a lo largo de los años. Desde las afirmaciones iniciales de la Glocca Morra Company (ahora Sea Search Armada) en 1982 hasta el anuncio en 2015 del hallazgo del Galeón y su tesoro por el gobierno colombiano, la historia del naufragio ha estado envuelta en misterio y disputas legales. Las coordenadas entregadas por la empresa cazatesoros y las imágenes reveladas posteriormente por el gobierno de Iván Duque han añadido capítulos adicionales a esta intrigante historia.
Conclusión: Protegiendo la Herencia Cultural
El fallo de la Corte Constitucional, gracias a la acción decidida de un joven estudiante de derecho, ahora promete un nuevo capítulo en esta saga legal, uno que podría tener un profundo impacto en la protección y preservación de objetos culturales sumergidos en el futuro. El caso del Galeón San José demuestra una vez más que la ley puede ser una herramienta poderosa para defender nuestra herencia cultural y asegurarnos de que las riquezas del pasado se conserven para las generaciones venideras.