Crónica de una muerte diagnosticada Yesid Niño

Crónica de una muerte diagnosticada Yesid Niño

Crónica de una muerte disgnosticada – Sin salud no hay Vida

Solo algo extraordinario podrá salvar la salud de la población de todo el mundo, con tanto stress, con tanta inseguridad, con desabastecimiento de medicamentos, con servicios negados, con funcionarios públicos y privados incompetentes, con tantos trinos desenfocados, con tantas cosas por contar, en fin, con tantos problemas que se viven y se sienten a diario, NO HAY SALUD Y VIDA QUE AGUANTE, es la reflexión que quiero compartiles, hoy.

Más allá de conceptos jurídicos y de trabajar cada día por la defensa de los derechos fundamentales de los conciudadanos, somos humanos, la población padece de muchas enfermedades físicas y mentales y para dormir más o menos bien, debe tomarse un calmante. Pues bien, corresponde a cada uno de nosotros, proveer por la buena salud, pues se requiere estar enérgicos cada día para salir a capotear en la plaza pública y las calles.

El cáncer, es una de las enfermedades más catastróficas que amilana a cualquier ser humano y casi siempre éste logra vencer, la cotidianidad de nuestras actividades laborales, sociales, familiares, entre otras, solo nos permiten decir que no tenemos tiempo para nada, que vivimos muy ocupados, hasta que un día, algo surgió en mi cuerpo, parecía insignificante, pero obligatoriamente tuve que irme de urgencias; fue aterrador, me asuste, no sabía qué hacer, solo me quedaba esperar en sala de observación y por unos resultados de exámenes previos, para que se me diera un primer diagnóstico, posible tumor maligno, faltaba el resultado de patología, la tensión era extrema y se confirmó el diagnóstico de cáncer, con probalidades de vida de 1*10.000. Ufff, fueron momentos difíciles en donde la decisión final era inmediata para hacer varios procedimientos quirúrgicos, hubo metástasis con herida abierta, vinieron las quimioterapias, algo maratónico de principio a fin, pasé toda la pandemia junto a personas diagnosticadas con covid-19, algunos los vi sobrevivir, otros morir, pero se logró una bendición: LA SANACIÓN.

Con tantos retos encima, desde el primer diagnóstico empecé a creer de verdad que, todo es posible y que para estar bien, física y mentalmente, SE REQUIERE SALUD; me aferre a los más espiritual de mi alma, di gracias a la vida, entregue la enfermedad al Todopoderoso, con corazón y valentía saque las fuerzas para sostenerme emocionalmente, muchas personas que no conocía, me animaban y me encomendaban en sus oraciones, mi familia, verdaderos amigos, los médicos, las enfermeras, los oncólogos clínicos y especialistas, hicieron su parte, fue un proceso agotador, es por eso que, pienso que hay desabastecimiento de medicamentos de tantos químicos que me inyectaron, pero aquí estoy; jamás había experimentado tanta necesidad y aflicción por tener buena salud, nunca me sentí derrotado, siempre estuve ahí, luchando y motivado, apartado de las pasiones negativas, rodeado de familiares y de verdaderos amigos, para dar fe de mi sanación.

En Colombia se tiene un sistema de salud que, para algunos es: malo, bueno, aceptable, eficiente, deficiente, muy buen o muy malo, no lo usan, no opinan, subsidiado, contributivo, prepagado, entre otros criterios de valoración. Pero del cual, casi todos tienen acceso, una vez se activen las alarmas del cuerpo para asistir al médico por cita prioritaria, por urgencias, por prevención o control médico, y del cual, deviene un diagnóstico clínico y un procedimiento médico con exámenes médicos y medicamentos, para tratarlo. El amparo constitucional del derecho a la salud y a la seguridad social integral (Acción de tutela), no es letra muerta, solo que, la mayoría de las EPS o IPS, no cumplen a cabalidad las políticas públicas de atención al usuario, de informar y asesorar correctamente y de autorizar oportunamente los servicios médicos ordenados por el médico tratante, para que puedan acceder de manera inmediata e integral a todos los servicios de salud y medicamentos, y muchas veces las personas en su afán, por desconocimiento, pereza o falta de recursos, falta de tiempo, no preguntan, no reclaman directamente o en debida forma, quedando con muchas dudas en la atención prestada y solo se llenan de pasiones iracundas para reclamar verbalmente, descuidando por completo la salud.

Ante esta CRÓNICA DE UNA MUERTE DIAGNÓSTICADA – SIN SALUD NO HAY VIDA, mi intención es de motivarlos a cuidar la salud, a creer en sí mismos, a utilizar el sistema de salud con los pros y contras, a dar prioridad a la salud, porque para caminar, trabajar, o hacer las cosas por nuestros propios medios físicos o mentales, SE NECESITA SALUD, Y SALUD ES VIDA, y quise aprovechar con esta columna, compartir públicamente y por primera vez, mi testimonio de vida (fe) y recordarles el DÍA INTERNACIONAL DE LA SALUD” (próximo 7 de abril). Dios me los bendiga.

Con mi acostumbrado respeto.

Yesid Niño Portada Presentación
Yesid Fernan Niño Chaparro / Abogado / Columinista

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