Las siete frases que usan las personas con baja educación, según la psicología
Desde una edad temprana, la sociedad nos enseña normas básicas de cortesía: decir “por favor”, “gracias” o “buenos días” es parte fundamental de una convivencia sana. Estas expresiones no solo son fórmulas de cortesía, sino también manifestaciones de respeto y empatía hacia los demás. Sin embargo, en el día a día, algunas personas utilizan frases que, aunque comunes, reflejan una baja inteligencia interpersonal, según la psicología. Las siete frases que usan las personas con baja educación
De acuerdo con Howard Gardner, psicólogo y creador de la teoría de las inteligencias múltiples, uno de los tipos más importantes de inteligencia es la inteligencia interpersonal, que consiste en la capacidad de comprender a otras personas y relacionarse efectivamente con ellas. Esta habilidad es clave no solo en lo personal, sino también en lo profesional y social.
Cuando esta inteligencia interpersonal está poco desarrollada, es común que se utilicen frases que revelan desinterés, falta de empatía o escasa disposición al diálogo. La psicología ha identificado siete expresiones que, con frecuencia, delatan una falta de buenos modales y educación emocional.
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1. “Es lo que hay”
Esta frase es una muestra clara de resignación y apatía. Aunque en ocasiones puede parecer una expresión inofensiva o realista, en realidad transmite una actitud pasiva ante los problemas. Según los expertos, las personas que recurren a esta frase tienden a evitar comprometerse emocionalmente o buscar soluciones. Esta actitud puede generar frustración en los demás y bloquear cualquier intento de mejorar una situación.
2. “No es mi problema”
Cuando alguien dice esta frase, deja en evidencia su falta de responsabilidad compartida. Se trata de una forma de deslindarse de cualquier deber moral o social, lo cual puede ser percibido como egoísmo o falta de colaboración. En contextos laborales o familiares, esta actitud afecta la confianza y la cooperación entre los miembros de un equipo o grupo cercano.
3. “Te lo dije, siempre tengo la razón”
Las personas que afirman esto suelen buscar validación a toda costa, incluso a expensas de los sentimientos ajenos. Esta frase no solo refleja arrogancia, sino también una falta de escucha activa. Según la psicología, quienes utilizan este tipo de expresión muestran baja tolerancia a la crítica y dificultad para aceptar puntos de vista diferentes.
4. “No me importa”
Una de las frases más hirientes que se puede decir en una conversación. Denota indiferencia y desconexión emocional. Cuando se utiliza frente a una preocupación o necesidad ajena, puede causar un daño profundo, pues invalida los sentimientos del otro. Esta actitud afecta especialmente las relaciones afectivas y de confianza.
5. “Así soy yo”
Comúnmente acompañada de frases como “si no te gusta, lo siento”, esta expresión encierra una resistencia al cambio y una negativa a reflexionar sobre el impacto de las propias acciones. La psicología advierte que las personas que no están dispuestas a modificar ciertos comportamientos por el bienestar común, suelen tener relaciones conflictivas y poco saludables.
6. “Eso es una tontería”
Este tipo de expresión descalifica directamente las emociones o pensamientos de los demás. Aunque a veces puede ser usada como una forma de restar dramatismo, lo cierto es que transmite una falta de sensibilidad. Minimizar las experiencias ajenas debilita la comunicación y puede provocar que las personas se sientan invalidadas o poco valoradas.
7. “No tengo tiempo para estas cosas”
En la vida moderna, todos estamos ocupados, pero utilizar esta frase como excusa puede ser visto como una manera de evitar la empatía. Cuando alguien dice esto frente a un problema, una queja o una conversación importante, está enviando el mensaje de que lo del otro no tiene importancia. Esto rompe la conexión emocional y puede deteriorar gravemente los vínculos personales o profesionales.
¿Por qué es importante cuidar el lenguaje que usamos?
El lenguaje no solo comunica ideas, también transmite valores, emociones y actitudes. Las palabras pueden construir o destruir relaciones. En ese sentido, utilizar frases que reflejan cortesía, empatía y disposición al diálogo es esencial para mantener relaciones sanas y efectivas.
En entornos como el familiar, el laboral o incluso en el ejercicio del derecho, cuidar el lenguaje no es solo una cuestión de buena educación, sino también una herramienta para generar confianza, respeto y entendimiento mutuo.
Un llamado a la reflexión
Evitar estas frases no significa caer en la hipocresía o reprimir la autenticidad. Se trata de desarrollar una mayor inteligencia emocional e interpersonal, pensar antes de hablar y entender que nuestras palabras tienen impacto. Como sociedad, fomentar un lenguaje más respetuoso puede contribuir significativamente a la convivencia y al fortalecimiento del tejido social.
El Extracto LitiApp
La forma en la que nos comunicamos dice mucho de quiénes somos. Frases como “no me importa” o “así soy yo” pueden parecer pequeñas, pero tienen un gran peso en la percepción que los demás tienen de nosotros. Como lo señala la psicología, desarrollar buenos modales y evitar expresiones que reflejan baja educación no solo mejora nuestras relaciones, sino también nuestra imagen personal y profesional. En definitiva, las palabras cuentan, y mucho.