Las muñecas de la Mafia: Indignación o Karma

El mas reciente discurso presidencial, en el marco de la posesión de la defensora del pueblo en el departamento del Chocó, resultó manchado por un momento de hiperestesia del mandatario nacional, seguramente como consecuencia por la despedida de su menor hija, allí se refirió con una frase desafortunada a un grupo de periodistas, llamándoles “las muñecas de la mafia”. Las muñecas de la Mafia

De manera inmediata, como era de esperarse, resaltando que no es para menos, los periodistas de diferentes medios sentaron su voz de protesta con un tono de indignación, especialmente los que, a mi parecer, se sintieron aludidos.

El suscrito rechaza de tajo, las expresiones utilizadas por el mandatario en referencia a los “profesionales de la comunicación”. Ahora bien, es importante señalar el peso que conlleva el aspecto de “profesional”, es aquí entonces, en donde debe darse la coherencia de la labor del periodismo, entendiéndolo desde un sentido axiológico, mas no desde los títulos o pergaminos que pueda poseer o haya obtenido un sujeto.

Los medios y el periodismo contribuyen con la percepción, convencimiento y posturas que adquiere la sociedad o colectivos pertenecientes a ella, mediante la información que transmiten, en tal sentido, es imperante conocer la existencia de los géneros periodísticos y características propias.

Mencionaré dos tipos, el genero informativo y el genero de opinión; el primero se caracteriza por transmitir datos concretos sin emitir un juicio, el de opinión se limita a ofrecer un punto de vista con parcialidad subjetiva.
De allí que es importante que la ciudadanía entienda, cual, y que tipo de información recibe de manera cotidiana, de los diferentes medios escritos, televisivos y digitales, para un mejor entendimiento de la “noticia”.

Es así que, cada uno de los noticieros que a diario se televisan, tienen y mantienen una línea editorial (opinión), siendo innegable, que obedecen a diferentes intereses como son el económico, político entre otros, puesto que pertenecen a organizaciones económicas y a su vez son financiadores de diferentes campañas políticas. Es allí, donde debe primar la rigurosidad y demás herramientas que se tiene al alcance periodístico, para transmitir por lo menos desde el género informativo, noticias e información veraz y objetiva que pueda llegar al ciudadano en forma ecuánime e imparcial, para que sea este quien pueda analizar y concluir.

La libertad de prensa está respaldada por el artículo 20 de la constitución política que desarrolla la libertad de expresión, en tal desarrollo se establece que los medios de comunicación tienen una responsabilidad social. De manera reiterada hablamos de derechos, pero pocas veces hacemos referencia a una carga obligacional o de deberes, en el artículo 95 de la constitución política de Colombia, podemos observar los deberes de los ciudadanos en un rango genérico, el primero de ellos, reza “1. Respetar los derechos ajenos y no abusar de los propios” es así, que el derecho a la libertad de prensa no puede ir mas allá del derecho que tiene el ciudadano ha recibir una información veraz, así lo ha entendido la Corte constitucional y lo ha manifestado mediante el tramite de revisión de tutela en la sentencia T-040 de 2013:

“La libertad de información es un derecho fundamental de doble vía, toda vez que su titular no es solamente quien emite la información, como sujeto activo, sino quien la recibe, como sujeto pasivo, y en esa medida, implica de quien la difunde, responsabilidades y cargas específicas que evite la vulneración de otros derechos fundamentales como el buen nombre, la dignidad y la honra. Como se señala en la Constitución, la responsabilidad social de los medios de comunicación implica la obligación de emitir noticias veraces e imparciales. Concretamente, tratándose de noticias o informaciones de interés general que vinculan a una persona con hechos delictivos, que están en proceso de investigación por parte de las autoridades competentes, los periodistas deben ser especialmente juiciosos y diligentes con el lenguaje que utilizan en la información emitida, pues no pueden inducir al lector a la culpabilidad de la persona nombrada como un hecho cierto, pues se estarían desconociendo los principios constitucionales transcritos”

En aquella ocasión la guardiana constitucional amparó derechos del accionante, ordenando a una casa editorial de un medio tradicional, la rectificación precisamente de la expresión “los hombres de la mafia en los llanos”, coincidencialmente, parecida a la desafortunada frase del mandatario actual, “LAS MUÑECAS DE LA MAFIA”

Supongo que el mandatario hace referencia a cierta periodista, que en su contexto familiar y personal mantiene relación estrecha y afectiva con personas judicializadas y condenadas por delitos diversos. Lo cual es un hecho verdadero, real y acreditable, sin que ello implique complicidad de parte de la comunicadora, pero que, a su vez, abre un ramillete de posibilidades. Que, además, con sus titulares cotidianos lanzados sin que medie la rigurosidad, Parece más activista política que comunicadora. Cada cual en su rol.

De allí la importancia de la responsabilidad del manejo, desarrollo, transmisión y difusión de la información, que por demás es una obligación y deber del comunicador profesional, pues una vez lanzan la “bomba informativa” se producen de manera inmediata efectos que ya no son posibles de reponer;

“Concretamente, cuando se exige que la libertad de información se ejerza conforme al requisito de veracidad, se está estableciendo, por una parte, un deber específico de diligencia a cargo del informador, quien solo debe transmitir como hechos, lo que ha sido objeto de previo contraste con datos objetivos, y, por otra parte, se privan de garantía constitucional a quien, defraudando el derecho de todos a la información, actúa con desconocimiento de la veracidad o falsedad de lo comunicado. Así pues, información veraz significa, en los términos del artículo 20 constitucional, información comprobada según los cánones de la actividad informativa, excluyendo invenciones, rumores o meras malas intenciones”.

En resumidas cuentas, a vista de este servidor, el sentimiento de indignación por la mal vista estigmatización, puede obedecer al karma.

Las muñecas de la Mafia

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Enrique Franco García

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