La Transformación del Chorro de Quevedo

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Bogotá es una ciudad rica en historia y cultura, y uno de sus tesoros más emblemáticos es la Plaza del Chorro de Quevedo, ubicada en el corazón de La Candelaria. Sin embargo, en los últimos tiempos, este lugar histórico había enfrentado desafíos relacionados con el desorden y la presencia descontrolada de vendedores informales. La Transformación del Chorro de Quevedo

En un esfuerzo por revitalizar este espacio y preservar su valor cultural, la Alcaldía local de La Candelaria ha logrado un acuerdo histórico con los comerciantes y vendedores informales que operan en la plaza.

El objetivo principal de este proceso es reorganizar el espacio público sin perjudicar las actividades económicas de los vendedores y, al mismo tiempo, garantizar la tolerancia y la seguridad en esta icónica zona de la ciudad.

La administración local de La Candelaria se ha enfrentado a desafíos significativos en la recuperación del espacio público en lugares turísticos de Bogotá, como la Plaza del Chorro de Quevedo y la Carrera Séptima. El descontrol en la presencia de vendedores informales, las aglomeraciones y el consumo de sustancias alucinógenas habían planteado problemas en estos espacios. Sin embargo, gracias a la mediación del Instituto para la Economía Social (IPES) y la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, se ha logrado un avance importante en la recuperación del espacio público de la Plaza del Chorro de Quevedo.

Los 14 puntos Clave

El acuerdo alcanzado entre la administración local y los vendedores informales se compone de 14 puntos fundamentales que buscan establecer reglas claras y garantizar una convivencia armoniosa en el área:

  • No desarrollar actividades ilícitas.
  • No deteriorar el espacio asignado y mantener su preservación.
  • Respetar el uso del espacio asignado y no instalar mesas ni ubicarse en zonas no permitidas.
  • No arrojar basura y conservar el orden del espacio asignado.
  • Colaborar con las autoridades y acatar sus instrucciones de manera respetuosa.
  • Actuar como frente de seguridad y guías para los visitantes y turistas.
  • Mantener una sana convivencia con los residentes de la zona para no afectar su tranquilidad.
  • Cumplir con las fechas y horarios asignados para las jornadas.
  • Ubicarse en los espacios que establezca la administración local y estatal de manera rotativa.
  • Los stands seguirán las dimensiones acordadas con la alcaldesa local (100cm X 90cm).
  • Realizar autocontrol en eventos o ferias que se celebren en el Chorro de Quevedo.
  • Garantizar la limpieza del espacio público.
  • Prohibir el consumo y venta de bebidas alcohólicas y sustancias psicoactivas en los puestos de trabajo y zonas circundantes.
  • Respetar las puertas y fachadas de ingreso y salida de los locales comerciales y las de los residentes.
  • La alcaldesa local, Ángela María Quiroga, destacó la importancia de este acuerdo: «Gracias a una labor de concertación y promoción de la tolerancia y la convivencia, hemos logrado llegar a acuerdos para el beneficio de todas las partes, en los que, por un lado, se garantice el derecho al trabajo y, por el otro, se permita el uso y el disfrute de estos lugares tan importantes.»

Los Puntos con los vendedores informales

Es relevante recordar que en abril de 2023, el IPES firmó el quinto pacto con los vendedores informales del sector del Chorro de Quevedo. Este acuerdo estableció puntos esenciales para la organización de la actividad comercial en la localidad de La Candelaria. El IPES identificó un total de 4.341 vendedores informales en la zona, de los cuales 1.827 cuentan con su respectivo Registro Individual de Vendedores Informales (RIVI) y 2.514 están incluidos en la Herramienta Misional (HEMI).

Entre los puntos más destacados se encuentran las causales de retiro de vendedores informales de la zona turística, diseñadas para garantizar el acceso, uso y disfrute del espacio público por parte de los ciudadanos, así como el derecho al trabajo con dignidad:

  • Por provocar riñas o escándalos con compañeros y/o visitantes.
  • Por no respetar los turnos de venta o molestar a clientes y compañeros.
  • Por consumir o extender sustancias psicoactivas o alcohol en lugares no designados o sus alrededores.

Este acuerdo representa un paso hacia la revitalización de un espacio culturalmente importante en Bogotá. Con la cooperación entre la alcaldía local y los vendedores informales, se busca mantener viva la tradición de la Plaza del Chorro de Quevedo mientras se promueve la armonía y la seguridad en el corazón de la ciudad.

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