Colombia se encuentra inmersa en el torbellino de la inteligencia artificial (IA), enfrentando desafíos éticos, jurídicos y sociales que exigen una revisión exhaustiva de su marco legal. En este contexto, el reciente lanzamiento de ChatGPT, una herramienta de IA para generar texto, ha avivado un debate global sobre la autoría y la originalidad, llevando a Colombia a reflexionar sobre la propiedad intelectual en la era digital. La IA y el dilema de la propiedad intelectual
El dilema central radica en determinar los límites de la propiedad intelectual cuando se trata de creaciones generadas por IA. En 2020, la Oficina de Patentes y Marcas de EE. UU. estableció que solo los individuos pueden ser considerados inventores, otorgando a los programadores o entrenadores humanos la propiedad de las creaciones de la IA. Sin embargo, la decisión de la Oficina de Copyright de los Estados Unidos en marzo de 2023 en el caso de Kristina Kashtanova, autora de «Zarya of the Dawn», agregó un matiz interesante al reconocer la autoría humana en el texto pero excluir las imágenes generadas por la IA Midjourney.
Wilson Arias, profesor de Propiedad Intelectual en la Universidad Externado, plantea la posibilidad de considerar a la IA y al programador como coautores, introduciendo la noción de «obras asistidas». Esta visión podría redefinir la comprensión de la autoría en el contexto de la tecnología emergente.
Desafíos y Oportunidades en Colombia: ¿Cómo Afrontamos la Revolución de la IA?
Colombia, al igual que otras naciones, ha experimentado un crecimiento significativo en el uso de la IA en sectores clave como educación, salud, seguridad y entretenimiento. Sin embargo, la velocidad de avance de la IA contrasta con la lentitud del marco legal actual, que no aborda completamente las implicaciones éticas y jurídicas de esta revolución tecnológica.
El país se adhiere a normas internacionales que regulan la propiedad intelectual de las tecnologías digitales, aunque la IA no se menciona explícitamente en acuerdos como el ADPIC de 1994 o la Decisión Andina 4862 de 2000. La legislación actual considera el software y las bases de datos como obras literarias, otorgándoles protección de derechos de autor, pero ¿quién es el verdadero dueño de las ideas generadas por la IA?
La IA navega en el mar de datos colombiano, guiada por la Ley de Protección de Datos Personales de 2012. Esta ley exige que las plataformas de IA respeten la privacidad de los usuarios y utilicen la información de manera ética y legal. Sin embargo, los desafíos éticos persisten, ya que la IA refleja los sesgos humanos presentes en los algoritmos de las herramientas digitales.
Desafíos Éticos y Legales en el Horizonte Colombiano de la IA
José Luis Londoño Fernández, exsuperintendente delegado de Industria y Comercio, destaca la necesidad de establecer hasta dónde llega la intervención humana en las creaciones de la IA. En situaciones donde la IA replica la voz de personas reales, la legislación actual puede resultar insuficiente en la protección de los derechos de imagen, según Londoño.
Catalina Restrepo, profesora de creación de contenido con IA en la Universidad Externado, subraya que los resultados de la IA no son neutrales y pueden reflejar sesgos humanos, planteando dilemas éticos. A pesar del Marco Ético para la IA, obstáculos como barreras administrativas, resolución de patentes, transparencia en los sistemas de IA y protección de datos persisten.
El informe AI Index Report 2023 destaca la disparidad entre la producción de modelos de aprendizaje automático por parte de la industria y el mundo académico, señalando la necesidad de abordar la brecha en recursos y capacidades. Además, revela la huella ambiental significativa del entrenamiento de tecnologías de IA, generando 25 veces más carbono que un pasajero de avión en un viaje de 7 horas.
Hacia una Actualización del Marco Legal en Colombia
Ante estos desafíos, Colombia enfrenta la urgente necesidad de actualizar y armonizar su marco legal y regulatorio para abordar las implicaciones éticas y jurídicas de la IA. Se requiere una mayor participación y colaboración entre los actores públicos y privados para garantizar un desarrollo ético y responsable de la IA en el país.
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Las acciones legales contra OpenAI, impulsadas por acciones de infracción en la creación de contenido mediante ChatGPT, evidencian la importancia de la responsabilidad del creador de contenido. La jurisprudencia establece que cualquier usuario que emplee una herramienta de IA para crear obras a partir de materiales protegidos por derechos de autor asume la responsabilidad de infracción si no cuenta con el debido consentimiento.
Recomendaciones y Reflexiones para un Futuro Ético de la IA
En el ámbito de la creación de contenido con IA, es esencial adoptar prácticas responsables. La recomendación de Catalina Restrepo incluye actualizarse en las tendencias de herramientas de IA, integrar varias inteligencias artificiales, asegurarse de que el proceso esté libre de derechos de autor y brindar créditos a los autores correspondientes.
La IA se ha convertido en una herramienta poderosa que amplifica la expresión humana, pero las ideas siguen siendo propiedad de los humanos. Colombia, como explorador en este terreno, busca aprender de otros sistemas regulatorios y adaptar las mejores prácticas para respaldar su ambición de liderar en la economía digital. Sin embargo, el debate sobre la regulación de la IA está lejos de llegar a su conclusión, ya que la velocidad de la innovación continúa superando la de la legislación.
La IA y el dilema de la propiedad intelectual
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