Así fue el acuerdo del Gobierno con los Camioneros

El reciente paro camionero en Colombia, que afectó la movilidad de millones de personas en varias ciudades del país, llegó a su fin tras un acuerdo alcanzado entre los transportadores y el Gobierno Nacional en la madrugada del 6 de septiembre. Este evento fue provocado principalmente por el alza en el precio del diésel, conocido en el país como ACPM (Aceite Combustible para Motores), lo cual generó una serie de manifestaciones y bloqueos en puntos estratégicos de las principales vías nacionales. Así fue el acuerdo del Gobierno con los Camioneros

El levantamiento del paro ha permitido que ciudades como Bogotá y Medellín, que estuvieron severamente afectadas por los bloqueos, comiencen a retomar la normalidad en sus principales rutas de transporte. Las autoridades de movilidad de estas ciudades han dado un parte de recuperación, y los transportadores han comenzado a retirarse de los puntos que mantuvieron bloqueados durante los cuatro días de protestas.

Bogotá y su regreso a la normalidad

En Bogotá, la capital del país y una de las ciudades más afectadas por el paro, el alcalde Carlos Fernando Galán anunció que, tras el acuerdo alcanzado, las vías han comenzado a despejarse y la movilidad está en proceso de restablecimiento completo. «Bogotá ya está retornando a la normalidad. En este momento ya no hay ningún bloqueo en la ciudad», publicó el alcalde en su cuenta de X (antes Twitter), en una señal de alivio para los habitantes de la capital, quienes tuvieron que lidiar con una interrupción importante en su vida cotidiana.

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El Distrito Capital sufrió un total de 17 bloqueos durante los días de protesta, los cuales afectaron la movilidad de aproximadamente 4 millones de personas. Muchas de ellas se vieron obligadas a caminar largos tramos para poder llegar a sus destinos, debido a que el sistema de transporte masivo no pudo operar en gran parte de la ciudad. Los bloqueos incluyeron puntos neurálgicos como la Autopista Sur y la Vía al Llano, lo que generó un caos considerable en el transporte de carga y pasajeros, afectando tanto la economía como el flujo habitual de las actividades.

La Vía al Llano, una de las arterias más importantes para el comercio y transporte entre Bogotá y los Llanos Orientales, se encontraba bloqueada en varios tramos. Fue gracias a la mediación de la Policía Nacional que se logró abrir el paso a los vehículos desde la noche del jueves 5 de septiembre, un indicio del avance de las negociaciones entre el Gobierno y los camioneros. Así fue el acuerdo del Gobierno con los Camioneros

Medellín: Despejando las salidas clave

En Medellín, los bloqueos también fueron significativos, particularmente en sus principales salidas, como Las Palmas, la Autopista Norte y el corregimiento de San Cristóbal. La capital antioqueña, que depende en gran medida de estas rutas para la conectividad con el resto del país, experimentó un notable impacto en la movilidad de bienes y personas durante los días de paro. Sin embargo, con el acuerdo alcanzado, la ciudad ha comenzado a ver una recuperación en sus vías principales, y el tráfico ha empezado a fluir de manera más ordenada.

El reporte de la Secretaría de Movilidad de Medellín confirma que la situación está retornando a la normalidad, con las rutas despejadas y el transporte de mercancías y personas reanudándose gradualmente.

Las causas del paro: El aumento del precio del diésel

El detonante de este paro camionero fue el anuncio del Ministerio de Hacienda, liderado por Ricardo Bonilla, a finales de agosto, sobre el incremento en el precio del diésel. Este combustible es crucial para el sector del transporte de carga, ya que la gran mayoría de los camiones que movilizan mercancías en Colombia operan con ACPM. El alza propuesta era de 6.000 pesos (aproximadamente 1,44 dólares) entre este año y el próximo, desglosado en tres incrementos semestrales de 2.000 pesos (0,48 dólares) cada uno.

Este anuncio generó un fuerte rechazo por parte de los transportadores, quienes argumentaban que el aumento pondría en riesgo la viabilidad económica de su actividad, dado que los costos de operación de los vehículos pesados aumentarían considerablemente. Además, el sector se encontraba afectado por la inflación, lo que hacía difícil absorber un alza tan significativa sin trasladar esos costos a los precios finales de los productos transportados.

Frente a esta situación, los transportadores decidieron llevar a cabo una serie de manifestaciones que incluyeron el bloqueo de las principales vías del país. Estas acciones no solo afectaron a las ciudades más grandes como Bogotá y Medellín, sino también a otras regiones, especialmente en departamentos como Santander y Cundinamarca, donde la economía local depende en gran medida del transporte de mercancías por carretera.

El acuerdo con el Gobierno

El paro llegó a su fin luego de una serie de negociaciones intensas entre los representantes de los transportadores y el equipo del presidente Gustavo Petro. Después de cuatro días de bloqueos, las partes lograron un consenso en cuanto al aumento del precio del diésel, llegando a un acuerdo que suaviza las condiciones inicialmente propuestas por el Gobierno.

El acuerdo establece que, en lugar de los tres incrementos semestrales de 2.000 pesos, se implementará un aumento más gradual de 800 pesos (aproximadamente 0,19 dólares), que se dividirá en dos partes: 400 pesos ahora y otros 400 pesos a partir del 1 de diciembre de este año. Este ajuste, aunque sigue siendo un aumento, representa una cifra significativamente menor a la propuesta original, lo cual fue visto como un triunfo parcial para los transportadores.

Además del acuerdo sobre el precio del diésel, las negociaciones también incluyeron compromisos por parte del Gobierno para seguir dialogando con el sector en el futuro, buscando formas de mitigar los impactos económicos que puedan surgir por futuras alzas en los costos de los combustibles.

El acuerdo abarcó 14 puntos adicionales, entre los cuales se destaca la suspensión de nuevos incrementos hasta que se implementen cambios estructurales en el sector. También se acordó la creación de mesas técnicas para realizar ajustes normativos y asegurar la inclusión de todos los actores del transporte en el SICE-TAC.

Además, el Ministerio de Trabajo se comprometió a incorporar en la reforma laboral un artículo específico para el sector transportador, que responda a las demandas presentadas por los representantes de los conductores de servicio público.

 «hemos resuelto más rápido de lo que pensaban y de la mejor manera el paro camionero. Felicitaciones a los pequeños camioneros que supieron poner como prioridad su agenda de reivindicación y no agendas extrañas. Les cumpliremos. Felicitaciones a la ciudadanía que tuvo la paciencia y no pasó a confrontaciones en el seno del pueblo mismo. Felicitaciones a la fuerza pública que actuó con prudencia democrática»

Gustavo Petro / Presidente de Colombia

El Extracto LitiApp

El paro camionero y sus bloqueos no solo pusieron de manifiesto la delicada relación entre el Gobierno y el sector transporte, sino también la vulnerabilidad de la economía colombiana frente a este tipo de manifestaciones. El transporte de mercancías es un pilar fundamental de la economía nacional, y cualquier interrupción en este flujo puede tener consecuencias serias en la distribución de productos esenciales, así como en el desarrollo de actividades comerciales y logísticas.

El hecho de que el paro se haya levantado tras solo cuatro días es un reflejo de la presión que existe para que el Gobierno y los transportadores lleguen a acuerdos de manera rápida y eficiente. No obstante, las tensiones entre ambas partes continúan latentes, y el futuro dependerá de la capacidad de negociación y adaptación del Gobierno para manejar las futuras alzas en los precios del combustible sin generar mayores impactos en sectores clave como el transporte.

El levantamiento del paro camionero en Colombia ha devuelto la tranquilidad a las principales ciudades del país, pero también ha dejado en claro que el diálogo entre el Gobierno y los transportadores será clave para evitar futuras interrupciones de la movilidad y asegurar el bienestar económico del país.

Así fue el acuerdo del Gobierno con los Camioneros

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