En otrora, se le escuchaba a algunos ancianos ( clasificación OMS – 75 a 90 años) que, “para educar al necio había que darle palo”, que no había otra forma de enderezar los malos pasos y la desobediencia en casa; situación que significó en la historia un icono en los medios de represión utilizados en los hogares para educar a los hijos a punta de chancleta y correa; y en las escuelas para educar a los estudiantes necios y rebeldes, les tocaba de castigo un reglazo en la palma de la mano y los ponían de pie con la mirada frente al tablero durante el desarrollo de la clase o al sol en el patio grande de la escuela, como sinónimo de autoridad del maestro. ¿Paloterapia como un mecanismo legal de defensa ciudadana?
Podría entenderse, que esa forma de represión utilizada por esos maestros y padres de familia de vieja data, fue una forma inusitada usada como respuesta inmediata de autoridad, para que de una u otra forma mejoraran en el comportamiento o conducta y fueran personas de bien; pero hoy día, al parecer esa respuesta inmediata de autoridad subsiste en el tiempo y en las mentes de muchos ciudadanos de a pie, que, a falta de políticas de seguridad y medios de represión efectivos frente al actuar de la delincuencia, la gente acude a su sentir cívico y humano, llenos de rabia y cólera ante la falta de reacción inmediata de las autoridades para contrarrestar el actuar delincuencial, desatando su euforia y cólera contra los ladrones que se dejan alcanzar de la golpiza que les propinan éstos, y que la gente muy folclóricamente le llama PALOTERAPIA.
Y es que llama mucho la atención, porque los casos de justicia por propia mano son muy propicios en otras regiones del cono sur, como Bolivia, Perú, Paraguay, Ecuador y ahora Colombia, donde se han incrementado exageradamente ante el insuficiente pie de fuerza e ineficacia policial para contrarrestar los actos de delincuencia, como del abandono de las instituciones del estado al no proponer y ejecutar políticas públicas eficientes contra estos actos de inseguridad, por el cual, como escarmiento a los ladrones, rateros, atracadores, fleteros, estafadores, incendiarios, en fin, como se llamen o los apadrinen, la ciudadanía encolerizada y sin medir sus actos, les da una golpiza con garrotes, puños, patadas, correas, tarros, cascos, piedras, causándole lesiones leves o graves con lo que encuentren, ante la impotencia de ver que los mecanismos de represión y procesos jurídicos del Estado, fallan; quedando libres los ladrones para seguir haciendo de las suyas.
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Y en realidad, este tema llamo mucho mi atención, pues de manera incógnita en varios sitios por donde caminaba y transitaba, escuchaba la indignación y clamor de algunos adultos mayores y otros jóvenes frente a este tema de inseguridad en las calles del área metropolitana, quienes manifestaban que, como estaban actualmente las cosas, con esas ideas de los gobernantes y candidatos de las próximas electorales, de patrocinar y subsidiar a los ladrones, y la ineficaz reacción de las autoridades, no había otra salida que defenderse con piedras y palos por cuenta propia; situación preocupante al no ser la PALOTERAPIA un mecanismo legal de defensa ciudadana que, solo causaría más problemas jurídicos a los ciudadanos de bien, pero sin subsidio del gobierno. Será necesaria una reforma a la justicia o al gobierno, ofrecer más subsidios para los delincuentes o que permitan el uso de armas a los ciudadanos de bien para defenderse. No es una apología a la violencia, pero sí son hechos muy preocupantes en estos tiempos en que el ciudadano que se gana la vida honradamente, no goza de garantías gubernamentales para seguir trabajando con el mismo ímpetu, construyendo país. ¡Dios los bendiga y proteja!
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LitiApp Colombia / ¿Paloterapia como un mecanismo legal de defensa ciudadana?
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