Setenta años del golpe de Rojas Pinilla: el día que Colombia tuvo tres presidentes
El 13 de junio de 1953 tuvo lugar el golpe militar contra el gobierno del presidente Laureano Gómez, que llevó a la Presidencia de la República al teniente general Gustavo Rojas Pinilla. Rojas contaba con el apoyo de los expresidentes Mariano Ospina Pérez y Roberto Urdaneta Arbeláez, y de los políticos Gilberto Álzate Avendaño, Lucio Pabón Núñez y otros que le ofrecieron su respaldo. Contaba, además, con el apoyo de las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Directorio Nacional Conservador y representantes de ambos partidos. En la primera alocución presidencial, el nuevo presidente alertó a los colombianos para defender las instituciones y señaló el camino de la «Paz, Justicia y Libertad» para todos los colombianos. El nuevo presidente dijo: «La Patria no puede vivir tranquila mientras tenga hijos con hambre y desnudez»
Su llegada al poder provocó cambios dramáticos en un país convulsionado por la violencia desatada entre los dos grandes partidos tradicionales.
Único dictador militar del siglo XX y señalado de actos represivos, pero al mismo tiempo se la adjudica la modernización del país en temas como la llegada de la televisión, construcción de grandes obras: tales como: la terminación del ferrocarril del Atlántico; la pavimentación de la mayor parte de las carreteras troncales del país; la creación del SENA (Servicio Nacional de Aprendizaje), el Banco Popular, el Banco Ganadero; la construcción del aeropuerto Eldorado y 18 más; la construcción de acueductos, alcantarillados, avenidas, carreteras y numerosas obras de infraestructura en pueblos de distintas regiones colombianas.
Introdujo la televisión en el país, y automatizó la telefonía urbana y rural para el fortalecimiento de las comunicaciones, la Transmisora de la Independencia y numerosas obras sociales para los damnificados de la violencia. Otras obras de su administración fueron: la terminación de la represa hidroeléctrica de Lebrija, la nueva refinería de Barrancabermeja, la carretera Bogotá Chía, el Centro Administrativo Nacional (ca,r7), el Club Militar y la construcción del Observatorio Astronómico.
Una de sus preocupaciones fue la amnistía para los alzados en armas, principalmente para los guerrilleros de los Llanos Orientales, Tolima, Antioquia y otros departamentos y territorios nacionales azotados por la violencia. Para afianzar la justicia social con la ayuda a los desposeídos, creó la institución SENDAS (Secretaría Nacional de Asistencia Social), que dirigió su hija María Eugenia Rojas de Moreno. SENDAS auspició los mercados populares, los aguinaldos del niño pobre, los restaurantes escolares, las guarderías infantiles y creó centros de bienestar social en las ciudades y campos. Se preocupó por la vivienda popular, la casa campesina, el seguro campesino y la bolsa de empleos. Se creó la Oficina de Rehabilitación y Socorro para colaborar con los damnificados de la violencia.
El gobierno de Rojas Pinilla reconoció los derechos políticos de la mujer; mediante el acto legislativo número 3 de la Asamblea Nacional Constituyente (ANAC), de agosto 25 de 1954, le concedió el voto. El 3 de agosto de 1954 Rojas fue reelegido para el período 1954-1958.
El gobierno militar tuvo que afrontar, entonces, una segunda ola de violencia, que afectó profundamente al país con sus modalidades de venganza, bandidaje y sadismo. Estos hechos se unieron a la oposición ejercida por los grupos políticos del laureanismo y el comunismo. Simultáneamente, las agitaciones estudiantiles del 8 y 9 de junio de 1954, la censura a los periódicos El Tiempo, El Espectador y El Siglo; y otros hechos agudizaron la crisis nacional. Como oposición al gobierno militar surgió el Frente Nacional, interesado en el regreso de la instituciones tradicionales, constitucionales y democráticas. Ante los paros bancarios, las huelgas estudiantiles y los diversos disturbios en el país, el general Rojas Pinilla dejó el mando presidencial el 10 de mayo de 1957 y encargó la Presidencia a una Junta Militar.
Durante los años 1958 y 1959 el gobierno del Frente Nacional le hizo un juicio al gobierno militar. El general Rojas Pinilla se presentó ante el Senado para defenderse de las acusaciones en su contra. Sus defensores fueron Carlos V. Rey, Daniel Valois Arce y Jesús Estrada Monsalve. El veredicto del Congreso Nacional, del 18 de marzo de 1959, fue condenatorio contra el general Rojas; sin embargo, siete años después, el Tribunal Superior de Cundinamarca le devolvió sus derechos políticos, el 20 de diciembre de 1966, y un año después, la Corte Suprema de Justicia confirmó este acto judicial, el 18 de octubre de 1967. El general Rojas Pinilla y sus simpatizantes conformaron un movimiento político llamado Alianza Nacional Popular (ANAPO), que se inició en Duitama el 6 de enero de 1962.
En las elecciones de 1968, la ANAPO logró numerosos escaños en el Congreso Nacional. En las elecciones del 19 de abril de 1970, la ANAPO obtuvo el 39% de la votación general; su contrincante conservador, Misael Pastrana Borrero, alcanzó al 40.6% de los votos. Por ello, ante un posible fraude en las elecciones, se manifestó una alta tensión entre las masas anapistas. Sin embargo, el general no permitió derramamiento de sangre. Del grupo inconforme de los anapistas surgió el movimiento M-19, que consideraba agotadas las vías electorales, por lo que sólo quedaba la vía armada.
El 13 de junio de 1971, el general Gustavo Rojas Pinilla y su hija María Eugenia Rojas de Moreno, junto con el grupo dirigente del movimiento político, proclamaron oficialmente la fundación del nuevo partido Alianza Nacional Popular (ANAPO), en Villa de Leiva, ante una de las más grandes concentraciones de masas que se haya registrado en el país.
El 21 de abril de 1974, Rojas fue elegido senador de la República; su suplente fue el político boyacense Edmundo Quevedo Forero.
Dueño del poder y de sus frustraciones como el caudillo que nunca fue, de todas maneras a Rojas Pinilla nadie le quita lo bailado en 25 años de protagonismo nacional. Y menos cuando hace poco Hernando Santos director de El Tiempo, quizá refiriéndose precisamente a la utilización que el bipartidismo hizo de la figura de Rojas, para hacer un balance de su vida simplemente concluyó: «Qué injustos fuimos con Rojas Pinilla»
#OpinoEnLitiApp
Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de litiapp.com no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio digital, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal.